Qué es TEA?
El Trastorno del Espectro Autista está caracterizado por una serie de alteraciones cualitativas en la interacción social, en la comunicación y por la presencia de una serie de intereses restringidos y estereotipados. La incidencia es 1 de cada 100 niños.
Es un conjunto de problemas vinculados al desarrollo del sistema nervioso y que afectan a la forma en que la persona afectada, se comunica y relaciona con otras personas.
Por lo general, el TEA ocasiona notables limitaciones en la autonomía personal de los afectados y son una importante causa de estrés, ansiedad y malestar en las familias con miembros afectados.
Los programas educativos, el trabajo, el apoyo social y familiar y las actividades de ocio influyen muy significativamente en el aumento de su calidad de vida.
Comunicación
Los niños con TEA no desarrollan el discurso verbal habitual o las habilidades no verbales que otros niños de la misma edad consiguen. También tienen problemas para la comprensión del significado del lenguaje escrito o hablado.
Los primeros indicios de que un menor tiene dificultades en la comunicación pueden detectarse:
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Si con un año de edad no puede parlotear (decir o hacer algunas palabras sin significado y sonidos) o señalar.
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No responde a su nombre.
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No ha aprendido ninguna palabra con 18 meses de edad.
El niño puede tomar el significado de las palabras exactamente -es decir, entenderán en sentido muy literal las palabras, y no será capaz de entender bromas o sarcasmos. Además encontrarán dificultades para leer el lenguaje corporal y las expresiones del rostro.
Los niños más mayores pueden mostrar un empleo insólito del lenguaje, y tener dificultades para comenzar conversaciones o darles continuidad.
Los niños con autismo severo no pueden hablar, pero se les puede ayudar a comunicarse de otros modos, como por ejemplo a través de signos o utilizando imágenes o dibujos, que vienen conociéndose como sistemas alternativos o aumentativos de la comunicación.
Habilidades sociales
Los niños con TEA tienen dificultades para relacionarse con otras personas, hacer amistades o entrar en contacto con otros niños. Puede resultarles dificultoso o ser incapaces de enfrentarse a nuevas situaciones. Por ejemplo, si su hijo tiene un TEA puede:
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No buscar gestos de afecto y oponerse a ser abrazado o besado.
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Preferir gastar el tiempo consigo mismo.
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No entienden los pensamientos y las emociones de otras personas.
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Encuentran difícil aceptar reglas sociales simples lo cuál puede causar problemas en la escuela.
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Encuentran difícil controlar sus emociones, las cuáles pueden expresarlas como arrebatos de cólera o agresión.
Comportamiento e intereses
Los niños con TEA pueden mostrar muy poco o ningún interés en juegos que implican fingimiento o imaginación. En cambio, pueden estar más interesados en comportamientos, actividades o intereses de tipo repetitivo y pueden presentar conductas con rituales muy marcados .
Su hijo puede presentar un interés especial a una edad muy temprana, por el coleccionismo, la música u otros artes.
Otros síntomas
Además de los problemas que afectan a su hijo en la comunicación, las habilidades sociales, sus intereses y comportamiento, también pueden mostrar conductas como:
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Aferrarse a las mismas rutinas continuas , y pueden enfadarse mucho si se les molesta.
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Mostrar aprensión o especial sensibilidad a ver, oír, oler, tocar y degustar.
Muchos niños con un TEA también pueden presentar otras patologías como son trastorno por déficit de atención con hiperactividad, dispraxia (dificultad para organizar y coordinar pensamientos y movimientos) o epilepsia (un trastorno neurológico que cursa en forma de ataques ).
Causas del Trastornos de Espectro Autista
Las causas exactas del TEA no son conocidas en este momento. Se cree que puede estar causado por una combinación de factores, incluidos los genes que heredamos de nuestros padres.